Antes de que el día se amanezca
uno siente la constante
obligación de echarse al agua.
Y aunque el río esté lleno de recuerdos
inasibles
o la piedra rompa el alma hasta los huesos
igual punza la navaja cotidiana
en la oreja del alba
la constante obligación de echarse al agua.
Michèle Najlis
1 comentario:
yo me echo al agua es en las noches. que en el alba me da frío...
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