Tenéis una reyerta para beodos,
un ripio en el megáfono;
soy un mercenario del sarcasmo.
Tenéis una maleta para despojos,
un cilicio en la recámara;
soy un escenario desviado.
Tenéis una respuesta para todo,
un conflicto en la clavícula;
soy un gusano envenenado.
Pero desconocéis
qué supone el árbol agotado
para sus tablas de madera apiladas
sobre el serrín del aserradero.
Ignoráis qué supone lo minúsculo
para las salamandras agitadas
bajo el sol y entre los setos.
Tampoco sabéis qué supone el desierto
para el sembrador de semillas de arena.
No...
No rehuyo de mis raíces,
las hundo en vuestra dificultad.
Saguzarra
1 comentario:
lo minúsculo, es lo máximo
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