pan de centeno
en una época en la que el lisérgico cornezuelo hablaba por dios?
¿Quién necesita guirnaldas más bonitas para bailar haciendo el tonto?
¿Para qué filosofías, si tenemos tanta piel por todo el cuerpo?
Tú amas, yo me drogo, yo deseo, tú ya tienes
lo que quieres,
y sin embargo aún hay algo que nos falta. Un suspiro, un suspiro
indispersable. Y en mi delirio tú no sueñas comigo, lo real es subjetivo,
aunque piensas en mí a intervalos, a intervalos que no entiendo.
No me dejan aplicar el teorema de gödel en la vida cotidiana
pero sí creer en él.
Es delito ser un ángel confiado. No es correcto desnudarse, no es aceptable.
Y grité sólo por gritar, para que el grito me arrancara la voz de la garganta.
No me dejan vomitar lo que bulle dentro, si pudiera compartirlo hasta mancharnos...
En el ágora, un balbuceo precede al murmullo perplejo.
¿Qué es la amistad?
¿No es más obvia su influencia que cualquier respuesta? ¿Y qué atañe a los motivos
que coloreo por el suelo sin que nadie pueda verlo? Es amargo el sabor
del eclipse que silencia mis entrañas, y más cierto que cualquier puta razón.
Saguzarra
1 comentario:
Es delito ser un ángel confiado.
pero es hermoso
como una daga
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