A veces el silencio estalla en tu cuerpo...


La reflexión en torno al silencio con la que Joseba Sarrionandia concluye No soy de aquí ─esa especie de diario laberíntico que escribió en prisión un año antes de fugarse─ es una de tantas piedras prestadas que guardo en mi bagaje sin apenas acordarme. Este territorio de piedras prestadas, donde paradójicamente surgen las ideas propias, es también donde generalmente, cuando me dispongo a escribirlas, prefiero seguir leyendo. Silencio que no concibo como resignado o de renuncia, sino que, por el contrario, lo pretendo bien abierto y, por tanto, creativo y potente. Para bien o para mal ─hay un poder potenciador y un poder despotenciador, recordaba el sociólogo Jesús Ibáñez─, cuidar del tejido de las palabras también requiere cultivar sus huevos de araña.

Saguzarra

2 comentarios:

Adriana dijo...

HERMOSO

Saguzarra dijo...

Gracias por todo, Adriana. Siempre.