cuando mi mente se obnubila por el fulgor de una idea;
cuando amanezco tibio en el ansia de mis anhelos;
cuando de una palabra tuya se deshilachan cientos de recuerdos;
cuando rehuyo de tus sentimientos para desbrozar los míos;
cuando demuestras que no miento, y me imitas y me engañas;
cuando atrapo con mis dedos el dolor y el placer y los confundo en mis manos;
cuando conjuro mis infiernos con el amargo verbo y bajo al foso de lo posible hecho
necesario, vislumbrando apenas los criterios que lo rigen;
cuando escupo hacia dentro y saco afuera una entidad mojada, un ser que no quiere estar, que necesita pero no puede, vislumbrando apenas los criterios que lo someten;
cuando las preguntas se contestan a sí mismas y las respuestas son obviadas por imprecisas;
cuando plantear problemas es una herejía; cuando lo bueno es malo y lo malo es peor o a lo mejor no tan malo como lo bueno
que al pasar comprendemos que no;
cuando al vivir plagio y he de pagar peaje por hacer camino al andar; cuando reincido en mí y no renuncio por ello a dejarme abarcar por ti;
cuando las vocales se desnudan, escapando a borbotones, arrastrando consonantes,
inundando, y no hay canal que las encauce ni boca que las pronuncie, y perdemos el sentido, callando;
la poesía asesina.Saguzarra
(Poema publicado en Gaztegin, suplemento del diario Egin, 6 de mayo de 1994; y en Kastelló, nº 74, mayo de 1999.)
4 comentarios:
Plantear problemas es casi siempre una herejía. Me gusta mucho esa imagen de las vocales desnudas.
Un beso
pero que maravilla por dios!!!
Coincido con el comentario de Alma. Y también con el de Adriana.
Y solo añadiré una cosa:
Un abrazo.
Jo, que bien que escribes.
Te felicito.
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